Dan igual las declaraciones del Presidente del Gobierno. Ha tenido que desmentir tantas veces que el crédito, al menos el bursátil, se le ha acabado. La inanición, la negación después, la «lateralidad» de sus apreciaciones y el creer que todo se arregla esperando , cotiza a la baja en el Ibex 35 y lo que es peor, en todo el mercado de deuda.
El castigo a los mercados españoles venía siendo un aviso que ninguno ha querido creer, si bien es cierto que los datos sobre la economía española no apuntaban a una situación a lo «Grecia». Que la prensa internacional se esté cebando literalmente, sin datos objetivos, es una clara muestra de que la cotización de nuestro Presidente del Gobierno ha roto todo soporte. No ha demostrado que España tiene la capacidad de recuperación necesaria para poner encima de la mesa soluciones ante la grave situación de credibilidad de la economía europea en general, y sólo se ha visto que la presidencia de la Unión Europea por parte de España se ha limitado a poner el logo.
El agotamiento de la confianza en éste Gobierno ha llegado a su punto mas álgido y deben dejar paso a quien puede tener soluciones alternativas para instaurar la confianza internacional. El castigo viene dado porque el deterioro de los datos macro españoles ( paro en 20,5%, déficit en 11,6% y subiendo…) no tiene visos de recuperación en el corto plazo por una falta de medidas de ajuste que no llegan y por un comportamiento de las autoridades competentes que refleja una incompetencia fuera de dudas. Si Zapatero y Rajoy se sientan hoy para hablar de Grecia y para hablar de la reforma del sistema financiero, vamos dados. Independientemente que éstos dos temas sean de una importancia relevante, como no se desprenda de ésa reunión que de verdad se dejan de rifirrafes de parvulario , veremos que los mercados seguirán a la baja y donde el análisis fundamental deja de tener sentido al tener como única referencia la confianza que todos deseamos pero que nunca llega.