Economía de la calle

Se comenta mucho sobre el adoctrinamiento de la sociedad civil. Ultimamente, me están llegando post que deberíamos conocer todos, porque son termómetros populares lejos de las encuestas de opinión. Hay que echar a éstos políticos inútiles y analfabetos. Seguramente los que pudieran venir no es que sean los más adecuados, pero serán diferentes , y eso ya es un punto importante. Trasmito uno de los clamores populares que circulan por la red.

» Ha  dicho la Vicepresidenta del gobierno que es indecente que mientras la  inflación es -1%,y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de  acuerdo en alargar la jubilación a los 70 años :

Nos gustaría transmitirle a esta «Sra. Vicepresidenta» y a todos los políticos, lo que consideramos  indecente :

INDECENTE,  es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a  6.500 €/mes.

INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un  cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos  de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE, es que los políticos se  suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por  unanimidad, por supuesto, y al inicio de la  legislatura).

INDECENTE, es que un ciudadano tenga que  cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste  sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión  máxima, sólo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE, es que los  diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país  que están  exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes  con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados.)

INDECENTE, es que ministros,  secretarios de estado y altos cargos
de la política, cuando cesan, son  los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos  salarios del ERARIO PÚBLICO.

INDECENTE, es el coste que representa para los  ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en  gran clase) y tarjetas de crédito por doquier»

En fin, ¿donde hay que firmar?

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4 responses to “Economía de la calle

  1. Por fin se escucha algo de cordura en la red.

    Yo creo que la función pública es una función con mucha responsabilidad y, en consecuencia, se debería cobrar por ella algo justo.

    El caso es que cuando quien ostenta ese cargo público da la sensación (y si se investiga confirma la premonición) de que no tiene ni idea de lo que se lleva entre manos.

    Desgraciadamente no tenemos una cultura de votar a los mejores sino a aquellos que nos regalan el oído o aquellos que me van aumentar el sueldo (ninguno pero todos lo prometen).

    Mientras esto siga así tendremos los políticos que nos merecemos.

  2. El problema es que lo de «los que puedan venir serán diferentes» no pasará por desgracia en este país, porque siempre están los mismos. Los echas, pero al cabo de un tiempo tienes que echar a los que entran y vuelven los mismos que echaste 4 u 8 años antes. Estamos condenados.

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